Psoriasis.

La psoriasis es una enfermedad que provoca alteraciones en la piel. Dichas alteraciones son inflamaciones y descamaciones acompañadas de dolor, picor, coloración y calentamiento en la zona afectada.


Nuestra piel está constantemente renovándose creando nuevas células de la piel desde las capas más profundas de nuestra piel. Estas nuevas células desde las capas más profundas van ascendiendo poco a poco por las capas de la piel hacia la superficie de tal forma que van remplazando las células que estaban en la superficie ya que estas van muriéndose finalizando de tal forma su ciclo celular. 
Este proceso se llama RENOVACIÓN CELULAR y suele durar aproximadamente 30 días. 

En una persona que sufre de psoriasis esta renovación celular dura unos pocos días con lo que las células nuevas suben a las capas superficiales donde llega un punto en que debido a su velocidad se acumulan en la superficie de la piel causando normalmente placas o parches. Los lugares donde es más frecuente que se manifieste los parches y/o placas son en los codos, rodillas, piernas y cuero cabelludo donde producen picor y dolor. También se pueden ver este tipo de alteraciones en otras zonas del cuerpo.

Esta enfermedad suele darse en personas adultas y en algunos casos suele tener predisposición genética. Aparece en la misma frecuencia en los hombres y en las mujeres.

CAUSA DE LA PSORIASIS

La causa de esta patología comienza en el sistema inmunitario y concretamente es en unas células sanguíneas que son los linfocitos T. Los linfocitos T son unas células encargadas para proteger nuestro organismo en diferentes enfermedades como en infecciones entre otras. En una persona que tiene en la piel psoriasis los linfocitos T se activan sin tener una causa de proteger el cuerpo. Una vez que se activan los linfocitos T causan unas respuestas inmunitarias produciendo hinchazón y el remplazo celular rápido de la piel sin razón ninguna.

Las personas que sufren de esta enfermedad tienen temporadas que parece que la enfermedad se regula y otras temporadas donde brotan nuevos parches y/o placas o van peor los que ya teníamos.

Las causas de los brotes pueden ser por:

-Cambios climáticos.

- Situaciones o momentos más estresantes.

- Toma de medicamentos.

- Tensión psicológica.

- Infecciones.

TRATAMIENTO

Cuando vas a la consulta del médico por esta enfermedad puede ponerte un tratamiento u otro dependiendo de la gravedad de la patología, el tamaño de las placas y la reacción del paciente a determinados medicamentos.

Hay diferentes tratamientos:

- Tratamiento tópico.

Hay diferentes tipos de cremas y pomadas en el mercado farmacéutico que tratan las zonas afectadas por psoriasis. También podemos usar la pulpa que brota de las hojas del aloe vera como complementario a las cremas o pomadas de corticoides. Esta pulpa del aloe vera la podemos encontrar en la hoja de dicha planta cortándola y recogiendo lo que encontramos en su interior denominado pulpa del aloe vera.

Este tipo de tratamiento ayuda a reducir las placas, picor y la inflamación de la zona perjudicada. Además reduce la activación del sistema inmune.

-Fototerapia. 
 
La luz solar y la luz ultravioleta también se usa a veces para el tratamiento de estas patologías.

-Tratamiento sistemático.

Si la psoriasis es muy abundante y fuerte el médico puede administrar una inyección en vez de ponerle otros tipos de medicamentos. No se suele administrar antibióticos para este tipo de tratamientos a menos que se produzca una infección o empeore la psoriasis.


 

- Terapia combinada.

A veces los 3 tratamientos anteriores descritos si se usan a dosis bajas pueden dar mejores resultados.
 
ALIMENTACIÓN.

La alimentación es muy importante para todo tipo de enfermedades, es por ello que a continuación haremos una lista de los alimentos que son buenos y malos para este tipo de patología. 
 
ALIMENTOS BENEFICIOSOS:

- Verduras y hortalizas.

- Cereales.

-Carnes sin piel.

- Pollo sin hueso.

- Frutas, excepto cítricos.

ALIMENTOS PERJUDUCIALES:

- Carnes rojas sobre todo si están hechas en la barbacoa.

- Carnes preparadas como las salchichas, hamburguesas, etc.

- Pescados que su concentración de mercurio es alto.

- Leche, café y azúcar.      

- Frutas cítricas.

- Comida basura.

- Harina blanca.